#Sinfronteras 6: Desde USA
Con motivo de las elecciones en Estados Unidos, realizamos un especial de la sección #Sinfronteras en este caso centrándonos en la contienda electoral que va a enfrentar a Hillary Clinton y Donald Trump este próximo martes. Para ello acudimos al centro neurálgico de la política norteamericana donde se encuentra Carlos Bellas, compañero de Becas ICEX que nos cuenta sus vivencias en la capital del distrito de Columbia y como está viviendo este momento histórico.
Ingeniero de caminos, se ha especializado en temas de transporte sostenible, apasionado por viajar sobre todo, la geografía, la historia, la política, la
actualidad y, sin lugar a dudas, la buena comida y el buen vino. También ha estudiado economía (recién graduado en junio). Se considera políglota por haber vivido en
Bruselas, Milán y su Galicia natal, donde A Coruña es su lugar predilecto. Allí estudió y empezó a trabajar como profesor en una academia antes de
mudarse a Bruselas, con el programa de prácticas de la Comisión Europea, que
cambió su forma de pensar. Desde aquella época, afirma, se convirtió en un europeísta de convicción. Después vino el programa ICEX y la
oportunidad de irse a los EE.UU.
1) Ingeniero de
Caminos Canales y Puertos, ¿Qué te llevó a escoger Estados Unidos como destino
preferente y en particular Washington DC?
Cuando acabé la carrera de Ingeniero de Caminos, en 2011, la crisis del
sector de la construcción se había llevado por delante hasta 3 millones de
empleos. Tuve suerte de poder quedarme en Coruña trabajando y haciendo mi
especialización en transporte sostenible durante casi dos años. Luego, hice la
solicitud para las prácticas en la Comisión Europea y me cogieron para la
unidad de sistemas de transporte inteligente.
A partir de ahí, el haber
trabajado en la Comisión Europea me dio un conocimiento relativamente amplio de
la importancia de los organismos multilaterales en el desarrollo económico de
las regiones más deprimidas, por lo que mi idea era pedir algún destino multilateral
ya al comienzo del máster. Pensé en volver a Bruselas, ciudad que me encanta,
pero desde el Departamento de Becas pensaron que podría ser de mayor utilidad
en Washington DC y aquí estoy.
Sin duda es una ciudad totalmente cosmopolita.
El hecho de que el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la
Organización de Estados Americanos o el Banco Interamericano de Desarrollo,
estén todos basados en Washington, junto a a la cantidad de personal
expatriado con el que cuentan las embajadas, crea una burbuja de expatriados
enorme, que a su vez encarece la vida. Por ello, basado en mi historia, opino
que las crisis pueden abrir oportunidades si sabes buscar otros caminos. Quizás
no haya pisado nunca una obra pero estoy contento del camino realizado.
2) ¿Cuál es tu
balance de tu experiencia en Estados Unidos hasta la fecha, como está siendo tu día a día en la oficina?
Sin duda me quedo asombrado con el choque cultural
existente en los EE.UU. Obviamente no es igual que el choque que supondría vivir en Irán o en China, y tampoco este choque es tan grande en Washington DC. En cualquier caso, prefiero la calidad de vida que se tiene en cualquier
ciudad europea mediana o grande, con mayor sensación de seguridad y menores
desigualdades entre la población en general. A pesar de eso, Washington DC es una
ciudad espectacular de la cual te vas enamorando día a día. Durante el invierno
y el verano, las temperaturas extremas dificultan la vida, pero en sí es una
ciudad pequeña donde es muy fácil moverse a pie o en bicicleta y que, con unos
pequeños cambios de mentalidad (evitar tanto el uso del coche por parte de los
americanos), podría ser un verdadero referente en los EE.UU. como ciudad
modelo.
En la oficina, estoy en el Departamento
Multilateral, trabajando como oficina de enlace entre los organismos
multilaterales con sede en Washington, principalmente con el Banco Mundial y el
Banco Interamericano. Yo sigo principalmente las agendas de estos bancos en
temas de transporte, energía, urbanismo y ciudades inteligentes, cambio
climático o agua (las relacionadas con ingeniería, como puedes ver). Además,
apoyamos a las empresas a realizar agendas de reuniones con especialistas de los
bancos de desarrollo, principalmente para conocer los proyectos que les
interesan que están en preparación.
Por último, participamos en muchos eventos que se
organizan en los bancos de desarrollo, embajadas, Think Tanks o incluso fiestas
de congresistas o senadores, sean demócratas o republicanos. Incluso un día
acudí a explicar la visión de un europeísta sobre el Brexit y sobre las
recientes elecciones del 26 J a un pequeño grupo de congresistas y senadores.
3) Te ha tocado
vivir un momento histórico como son las elecciones presidenciales entre Hillary
Clinton y Donald Trump, ¿Cómo has vivido la campaña? ¿Destacarías alguna
anécdota personal que hayas vivido durante en este periodo?
Lo primero que puedo decir es que en DC
prácticamente no se siente la campaña electoral. Normalmente, el 90% de los
votos en el Distrito van al partido demócrata, e incluso es posible que en el
Distrito, Donald Trump quede por debajo de Gary Johnson o de Jill Stein,
candidatos libertario y verde respectivamente. Por lo tanto, es prácticamente
imposible encontrar en la ciudad apoyos al magnate neoyorkino. Otra cosa es
cuando sales un poco en coche a las afueras y entras en la sureña Virginia o en
Virgina Occidental, uno de los estados más pobres, donde los blancos sin
estudios que dependían del carbón como sustento económico, votarán
mayoritariamente por el candidato republicano.
Se puede ver claramente que las clases altas
educadas, las minorías (latinos, asiáticos y afroamericanos) y las mujeres
mayoritariamente van a votar demócrata, mientras que los estados más
conservadores, religiosos y con menor nivel de educación serán territorio
Trump. Eso ya se pudo ver en Europa en el Brexit, donde los perdedores de la
globalización votaron por la salida de la UE.
Los grupos de población que también apoyan a Le
Pen, que incluyen antiguos votantes obreros, son análogos a los obreros de los
Apalaches o del Medio Oeste (Indiana, Ohio, Iowa, Michigan, etc.). La campaña
de Trump es análoga a la de la derecha en Europa en cuanto atacan a las élites
del país, los funcionarios de Washington, el establishment. Es un voto protesta
mezclado con un nivel de racismo y odio nunca visto recientemente y que aterra
a todos aquellos que ven posible la llegada de Donald al poder.
4) Más allá de
lo que han contado los medios, ¿Qué factores clave crees que pueden hacer que
el elector se decante por un candidato o por otro?
Sin duda a Hillary le afecta el hecho de que es
vista como una candidata del Establishment, que no genera ningún afecto y que
se beneficia del voto rechazo a Trump. Es verdad que está muy preparada, pero
también el llevar 30 años en primera fila política, crea una mochila de
escándalos de la que es muy complicado deshacerse.
El hecho de que la gente, en
las encuestas, diga en más de un 60% que no está contenta con la dirección que
lleva el país, similar al porcentaje que respondía lo mismo en Gran Bretaña.
Por lo tanto, la identificación de Hillary con lo ya conocido es su mayor
hándicap. Por el contrario, Donald Trump cuenta con el apoyo de la población
que vota con el estómago, sin el raciocinio esperado, que se cree las profecías
apocalípticas que suelta en sus mítines y que destilan odio hacia minorías y
simples votantes demócratas.
Yo he estado apoyando la campaña de Hillary el fin
de semana antes de las elecciones para movilizar a votantes latinos en Swing States, tales como Florida. Quizás, quien gane Florida, ganará las elecciones.
5) ¿Cómo crees
que pueda afectar la victoria de uno u otro candidato a la población
inmigrante? En concreto, ¿Cual es la visión desde la comunidad española?
Obviamente, la victoria de Donald Trump supondría una incertidumbre máxima
en cuanto a la relación de EE.UU. con sus socios europeos. Parece que solo se
aproximaría a Rusia, y que su proteccionismo comercial podría afectar muy
negativamente a las empresas españolas en el acceso al mercado americano, así
como también podría afectar a la inmigración y entrada al país, complicando aún
más el acceso al visado de lo que ya lo es. Con Hillary de presidente, quizás se
podría esperar una continuación de las políticas actuales de Obama.
6) Por último, ¿Te atreverías con un pronóstico?
Creo que va a ganar Hillary, pero con la lengua de fuera después del
esfuerzo realizado. Va a ser muy apretado porque habrá voto oculto a favor de
Donald Trump que no recogen las encuestas. Se podría decidir la presidencia por
unos pocos miles de votos en Florida o Carolina del Norte. Desde luego, espero que
no sea este un Brexit al cuadrado, así que por ahora, confío (un poquito), en
que HRC pueda llegar a ser Presidenta de los EE.UU.
Comments
Post a Comment