Una canción vale más que mil palabras





 En una época en la que día sí, día también escuchamos hablar de escraches, protestas en las calles, iniciativas legislativas que se quedan en nada, pese a la buena fe de change.org, y de tensión permanente que se respira en sede parlamentaria cada vez que alguno de los diputados hace algún comentario crítico, a uno le entran ganas de enfundarse el mono de combate y liarse a insultos con el primero que pase por la calle.  Analizando nuestro entorno, es preocupante el ambiente de agresividad entre la gente, la sensación de desesperanza generalizada y lo peor de todo el creer que por el mal que han hecho unos pocos, el resto tenemos que adoptar una postura derrotista, cargando con las culpas de la crisis económica a nuestras espaldas. Desde mi punto de vista,  los problemas de cada cual ya son suficientes como para estar lanzándonos mensajes negativos continuamente que además se retroalimentan y contagian a nuestro entorno.

 Para huir de esa dinámica tan dañina es necesario explorar  nuevas  vías  que permitan cambiar el mensaje, o más bien la forma en que se transmite. Por ello echo en falta algo de creatividad en la forma de expresar nuestro descontento. Es cierto que el 15- M introdujo métodos novedosos como la votación asamblearia que reunía a gente de múltiples procedencias para expresarse libremente. Lamentablemente esta loable intención quedó en balde, debido a al interés de determinados grupos en apropiarse de este movimiento tan plural en sus orígenes  A partir de aquí yo me pregunto ¿Dónde quedó la canción protesta?  Si, aquella que enganchó a generaciones de jóvenes comprometidos en mejorar sus sociedades respectivas. Movimientos como La emancipación de los afro-americanos en Estados Unidos, la lucha contra el franquismo en España o incluso lucha anti-apartheid en Sudáfrica como vimos en la muy laureada  “Searching for a Sugar Man"tuvieron todos sus canciones emblema, que simbólicamente representaban todo por lo que luchaban


            Algunos pensarán que pretendo con esto  retornar los años 60 cuando Serrat, el recientemente fallecido Labordeta o los míticos Ana Belén y Víctor Manuel acompañados de su guitarra recorrían España  lanzando mensajes de protesta cuando  la dictadura ya languidecía.  Nada eso, en la realidad actual es necesario lanzar mensajes de optimismo, de esperanza y sobre todo de compromiso algo que se echa en falta en el panorama musical español. Evidentemente esto no significa, que no exista la canción protesta que a día de hoy en España está casi monopolizada por el rap con cantantes como los violadores del verso o Ska-P entre otros muchos y fuera de este contexto  con artistas consagrados como Ismael Serrano o Carlos Goñi, lider de Revolver entre otros.[1] No obstante sigue siendo excepcional y sobre todo no es lo suficientemente visible. Basta con echarle un vistazo a la lista actual de ventas para ver que los primeros puestos siguen copados por canciones que tratan sobre el amor, el desamor con pocas alusiones a la realidad actual.

Miembros del grupo Ska-pe. Fuente: Starmedia
Fuera de España el panorama no es mucho más halagüeño, lejos quedaron los momentos de gloria de artistas como Bruce Springsteen o Bob Dylan y hoy los gestos de compromiso se realizan sobre todo a título particular fuera del escenario como se ve en la cantidad de artistas implicados en ONG no se si sabe si por marketing o por compromiso real. También  existe una corriente de música alternativa vinculados a movimientos anti-globalización encarnados por artistas como Manu Chao. En todo caso una de las grandes vías de salidas de la actual crisis pasa por comunicar, hablar, transmitir con claridad y en ese campo la música es un canal extremadamente potente que debería utilizarse como altavoz de las tremendas injusticias que a muchos les toca vivir. La música es para bien o para mal el reflejo de la sociedad y es precisamente en los momentos de dificultad donde han nacido algunos de los más importantes movimientos musicales. [2]




[1] No cito más ejemplos por miedo a meter la pata, aunque acepto sugerencias con gusto.

[2] Por ejemplo el Jazz nace en el contexto de extrema pobreza del Nueva Orleans de finales del XIX en plena discriminación racial. 

Arriba del todo, la canción de Bob Marley, una de mis favoritas Buffalo Soldier, para comprender esta canción recomiendo blog : http://detrasdelacancion.blogspot.com.es/2009/04/buffalo-soldier-bob-marley-wailers.html

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